te presento la vida de mis hijos, pidiéndote tu bendición sobre cada uno de ellos.
Te ruego que encamines sus pasos por las sendas del bien, y quites de delante de ellos todo camino de error y perdición.
Ayúdalos a crecer en sabiduría cada día, y a que la Palabra
sembrada en ellos dé fruto de justicia en sus vidas, desde ahora y para siempre.
Que desde este día todo lo que se propongan lograr sea gobernado por tu mano, y los guardes de apartar su pie a caminos equivocados.
Líbralos de las adicciones y la delincuencia, permíteles afirmarse en la fe en Jesucristo y ser embajadores de la Palabra de Dios a donquiera que vayan.
Líbralos de las pasiones juveniles, ayúdalos a decidir huir de las tentaciones y ser sabios a la hora de hacer elecciones que marcarán su vida en el futuro.
Que encuentren en nuestro hogar un espacio agradable, para vivir tranquilos y seguros, y con alegría puedan traer a sus amigos, para divertirse sanamente.
Rodéalos con tu presencia en todo tiempo, y apártalos del mal.
Amén