Creo que eres mi Consolador, y que en tu presencia hay plenitud de gozo. Por eso recurro a ti para rogarte que traigas paz a mi alma, y renueves el gozo de la salvación que me has dado desde el día que abrí mi corazón a ti.
Sé que estás conmigo en este tiempo difícil, y mi alma desfallece de tristeza, pero sé que Tú estás conmigo siempre, hasta el fín del mundo, por eso puedo seguir adelante a pesar del dolor.
Reconforta mi alma, Señor, y ayúdame a vivir con contentamiento, cualquiera sea la circunstancia.
Gracias por tu amor, Papito Dios, te amo y elevo mi oración en el nombre de tu amado hijo Jesucristo.
Amén
Ciertamente el SEÑOR consolará a Sion, consolará todos sus lugares desolados; convertirá su desierto en Edén, y su yermo en huerto del SEÑOR; gozo y alegría se encontrarán en ella, acciones de gracias y voces de alabanza.
Yo, yo soy vuestro consolador.